Evaluación de Cráneo:
Inspección:
La cabeza del paciente debe mantenerse erguida y firme.
Los rasgos de la cara (es decir, en párpados, cejas,
hendiduras palpebrales, pliegues nasolabiales y boca) deben inspeccionarse para
evaluar su forma y simetría en reposo (cierta asimetría es normal), su
movimiento y su expresión. Con esta evaluación, la integridad de los PC V y VII
(trigémino y facial) ya habrá quedado parcialmente probada.
Cuando se presente asimetría facial, observe si todos los
rasgos de una mitad de la cara están implicados o si la asimetría solo afecta a
una parte, como la frente, la parte inferior de la cara o la boca.
Cuando la alteración afecta solo a la boca, debe
sospecharse un posible problema en el nervio trigémino periférico.
Los tics, que son contracciones musculares espasmódicas de
la cara, de la cabeza o del cuello, pueden asociarse a cambios por presión o
degenerativos en los nervios faciales, a una manifestación del síndrome de
Tourette o a procesos de origen psicógeno.
Inspeccione el tamaño, la forma y la simetría del cráneo.
En los hombres, es frecuente apreciar recesión bitemporal de pelo o calvicie en
la coronilla.
En los niños, una causa frecuente de pérdida de pelo es la
tiña de la cabeza, una infección fúngica del cuero cabelludo.
Palpación:
El
cráneo se palpa con un movimiento suave rotatorio que evoluciona de forma
progresiva de delante atrás. Has de percibirse simétrico y uniforme.
Al momento de realizar la palpación en el cráneo es importante que los
huesos del cráneo no se diferencien, ya los puntos de fusión de estos no suele
ser palpable después de los 6 meses de edad. El cuero cabelludo debe moverse
libremente sobre el cráneo, sin que se detecten signos como sensibilidad
dolorosa, inflamación o depresiones a la palpación.
Una
indentación o depresión en el cráneo puede ser signo de fractura craneal.
Se
debe percibir la textura, color y distribución del cabello, este debe ser
uniforme y con distribución asimétrica, sin puntas partidas o quebradas. Un
pelo áspero, seco y quebradizo en ocasiones se asocia a hipotiroidismo.
Durante
la palpación se debe inspeccionar en busca de posibles asimetrías o de un
aumento de tamaño de las glándulas salivales; si detecta alguna asimetría palpe
un posible aumento de tamaño limitado y
observe si la glándula es fija o móvil, blanda o dura, dolorosa o no
dolorosa. Pida al paciente que habrá la boca e intente exprimir las glándulas
para obtener material a través de sus conductos salivales.
El conducto parotídeo también se llama conducto de Stensen, el cual se
abre en la boca al lado del segundo molar maxilar. El conducto submandibular o
conducto de Wharton se abre en una papila pequeña a los lados del frenillo. Una
glándula dolorosa y aumentada de tamaño puede ser indicativa de una infección
vírica o bacteriana o de la presencia de una piedra en el conducto que impide
la salida del material de la glándula. Un nódulo solitario puede ser sugestivo
de un quiste o un tumor, ya sean benignos o malignos.
Percusión:
La
percusión de la cabeza y del cuello no suele realizarse de forma sistémica, una
excepción a esto es la evaluación de la hipercalcemia, en la que la percusión
del músculo masetero a veces induce un reflejo maseterino hiperactivo el signo
de Chvostek.
Auscultación:
El cráneo no se utiliza cómo técnica de rutina, no obstante los soplos
intracraneales son considerados habituales en la infancia y muy poco frecuente
en los recién nacidos. En las personas que desarrollan diplopía puede oírse
raras veces un soplo o un ruido silbante sobre la órbita, que hace pensar que
un aneurisma cerebral en expansión. Si sospecha una anomalía cerebral, utilice
la campana del estetoscopio y ausculte sobre la región temporal, sobre los
ojos bajo el occipucio. Los soplos son
indicios significativos de una posible anomalía vascular y a menudo se asocian a
arteritis temporal.
Evaluación de Cuello:
Inspección:
El
cuello se inspecciona en la posición anatómica usual, en ligera hiperextensión
y mientras el paciente traga. Se debe comprobar la simetría bilateral de los
músculos esternocleidomastoideo y trapecio, la alineación de la tráquea, los
puntos de referencia anatómica y los triángulos anterior y posterior, así como
cualquier pequeña condensación en la base del cuello.
Se
debe prestar mucha atención en busca de posibles masas, el exceso de repliegue
membranoso en los pliegues cutáneos o la asimetría. El repliegue membranoso un
pliegue cervical posterior excesivo o un cuello demasiado corto se asocian a
alteraciones cromosómicas como el síndrome de Turner por ejemplo.
La
porción transversal del músculo en el triángulo posterior a veces se confunde
con una masa, así que se debe tener prestar mucha atención a esta porción, un
edema intenso en el cuello se asocia a infecciones locales como una
linfadenitis cervical, mientras que una masa que llena la base del cuello
o un tejido tiroideo visible que se
desliza en sentido ascendente cuando el paciente traga pueden ser indicativos
de agrandamiento de la tiroides.
Es
importante evaluar la amplitud de movimiento; para esto se le debe indicar al
paciente que flexione, extienda, rote y gire lateralmente la cabeza y el
cuello, el movimiento debe ser suave e indoloro y no producir mareos, la
rigidez de la nuca y la resistencia del cuello a la flexión se asocian a
irritación meníngea.
Palpación:
Se debe
palpar la tráquea para determinar su posición en la línea media, para eso sitúe
los pulgares a cada lado de la tráquea en la parte inferior del cuello, campare
el espacio entre la tráquea y el músculo esternocleidomastoideo de cada lado.
Un
espacio desigual es indicativo es indicativo de desplazamiento de la tráquea de
la línea media y puede asociarse a presencia de una masa o una alteración
patológica en el tórax.
Los
huesos hioides y los cartílagos cricoides y tiroides deben ser uniformes y no
sensibles y han de desplazarse bajo el dedo del examinador cuando el paciente
traga. Lo anillos cartilaginosos de la tráquea deben percibirse diferenciados,
no sensibles, para evaluar esto debe colocar los dedos índice y pulgar de una
mano a cada lado de la tráquea, por debajo del istmo de la tiroides, se deben
palpar los músculos paravertebrales y apófisis espinosas posteriores en busca
de puntos dolorosos.
Glándula
tiroides:
La
glandula tiroides se evalúa mediante inspección, palpación y ocasinalmente auscultación,
comience indicando al paciente que extienda suavemente el cuello, pídale que
trague, lo que suele permitir la visualización del tamaño, la simetría y del
contorno de la glándula cuando esta se mueva durante la deglución, para esto
puede utilizar un vaso con agua para que el paciente trague varias veces.
Una
glándula tiroides agrandada es visible solo cuando se observa lateralmente.
La
palpación se debe realizar con suavidad, los nódulos y la asimetría serán más
difíciles de percibir si ejerce demasiada presión. Mediante la palpación
determine el tamaño de la tiroides, su configuración, consistencia y
sensibilidad, así como la presencia de nódulos.
Si
la glándula está inflamada ausculte para detectar ruidos vasculares con la
campana del estetoscopio.
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