Los trastornos del sistema linfático se presentan con tres signos físicos:
- Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos o linfadenopatía.
- Lineas rojas en la piel suprayacente o linfagitis y Linfidema.
Se debe efectuar la inspección de cada área del cuerpo en busca de ganglios linfáticos evidentes, edema, eritema, lineas rojas y lesiones cutáneas, utilizando las yemas del segundo, tercero y cuarto dedos, palpando suavemente los ganglios linfáticos superficiales. Efectúe primero una ligera presión y después auméntela gradualmente
Si hay dolor a la palpación, observe el grado de coloración o enrojecimiento y cualquier incremento infrecuente de la vascularización, del calor o de las pulsaciones. Si con el estetoscopio se perciben ruidos audibles, puede tratarse de un vaso sanguíneo y no de un ganglio linfático. Cuando no esté seguro de la naturaleza de los hallazgos, compruebe si existe cualquier masa grande que presente transiluminación; como regla general, los ganglios linfáticos no la tienen, mientras que los quistes llenos de líquido sí.
En caso de infección bacteriana, los ganglios pueden percibirse calientes o dolorosos al tacto y estar mucho menos diferenciados, especialmente si la infección persiste. Es posible deducir la localización de una infección a partir del patrón de adenopatía. Por ejemplo, las infecciones de oído suelen drenar a los ganglios preauriculares, retrofaríngeos y cervicales profundos,
Los ganglios linfáticos a los que se ha extendido un proceso neoplásico maligno varían ampliamente en cuanto a tamaño, desde muy pequeños hasta varios centímetros de diámetro. Unas veces se muestran diferenciados, y otras, fusionados, así como firmemente adheridos a los tejidos subyacentes; tienden a ser más duros de lo esperado. La afectación a menudo es asimétrica.
Los ganglios fluctuantes (nódulos que parecen contener líquido) son sugestivos de supuración por infección. La fijación de los ganglios linfáticos al tejido subyacente se produce sobre todo en el cáncer metastásico, aunque también en la inflamación crónica.
Palpación de Cabeza y Cuello:
Palpe suavemente el cuello en su totalidad en busca de ganglios. El borde anterior del músculo esternocleidomastoideo es la línea divisoria entre los triángulos anterior y posterior del cuello, y es una útil marca de referencia para la descripción de localizaciones.
Una ligera flexión de la cabeza del paciente hacia delante o hacia un lado pone en tensión los tejidos y aumenta la accesibilidad a la palpación. Palpe los ganglios de la cabeza siguiendo la siguiente secuencia:
1. Los ganglios occipitales en la base del cráneo.
2. Los ganglios postauriculares superficialmente por encima de la apófisis mastoides.
3. Los ganglios preauriculares justo por delante de la oreja.
4. Los ganglios paratiroideos y retrofaríngeos (amigdalinos) en el ángulo de la mandíbula.
5. Los ganglios submandibulares a mitad de camino entre el ángulo y el vértice de la mandíbula.
6. Los ganglios submentonianos de la línea media detrás de la protuberancia mentoniana.
Después avance hacia abajo por el cuello, y efectúe la palpación siguiendo esta secuencia en cuatro pasos:
1. Los ganglios cervicales superficiales en el músculo esternocleidomastoideo.
2. Los ganglios cervicales posteriores a lo largo del borde anterior del músculo trapecio.
3. Los ganglios cervicales en localización profunda al esternocleidomastoideo
(los ganglios cervicales profundos pueden resultar difíciles de percibir al tacto si se presiona con excesiva fuerza; explore suavemente con el pulgar y los demás dedos alrededor del músculo)
4. Las área supraclaviculares, que se localizan en profundidad en el ángulo formado por la clavícula y el músculo esternocleidomastoideo, el área del ganglio de Virchow.
Palpación de Axilas:
Piense en la exploración del espacio axilar imaginando una estructura pentagonal; los músculos pectorales en posición anterior, los músculos de la espalda (es decir, el dorsal ancho y el subescapular) por detrás, la caja torácica medialmente, el brazo lateralmente y la axila en el vértice.
Según vaya palpando, deje que los tejidos blandos resbalen entre sus dedos, la pared torácica y los músculos. Una palpación firme, dirigida pero suave, produce menos cosquillas al paciente. Durante la palpación de los ganglios linfáticos axilares, sostenga el antebrazo del paciente con su brazo contralateral y sitúe la mano de exploración plana en la axilar.
Palpación de Ganglios Linfáticos Inguinales y Popitleos:
Mueva la mano en círculos,
examinando suavemente, sin ejercer excesiva presión. Disminuya la tensión en la zona mediante flexión de la extremidad. Para palpar el área inguinal y poplítea, indique al paciente que se coloque en decúbito supino, con la rodilla ligeramente flexionada. Los ganglios inguinales superficiales superiores (femorales) se encuentran próximos a la superficie, por encima del canal inguinal. Los ganglios inguinales superficiales inferiores se localizan en profundidad en la ingle.
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