La inspección del interior del ojo permite visualizar la papila óptica, las
arterias, las venas y la retina. Es necesario que la pupila esté
suficientemente dilatada. Explore con su ojo derecho el ojo derecho del
paciente y con su ojo izquierdo el ojo izquierdo del paciente. Sostenga el
oftalmoscopio con la mano correspondiente al ojo con el que mire. Cambie la
lente del oftalmoscopio con su dedo índice. Empiece con la lente en 0 y apóyese
con la mano libre en la cabeza o el hombro del paciente para que tanto este
como usted estén más estables.
Ajuste
la rueda del objetivo con el pulgar. Mientras el paciente mira a un punto de
fijación alejado, dirija la luz del oftalmoscopio a la pupila desde unos 30 cm,
visualice primero el reflejo rojo que se produce por la acción de la luz que
ilumina la retina. Cualquier opacidad en el trayecto de la luz destacará como
una densidad negra. La ausencia de reflejo rojo a menudo se debe a una mala
colocación del oftalmoscopio. Si localiza el reflejo rojo y luego lo pierde al
aproximarse al paciente, simplemente retroceda y vuelva a empezar. No es
normal encontrar áreas circunscritas con disminución o aumento de pigmentación
en el fondo de ojo, salvo semilunas o puntos en el borde papilar, sobre todo en
su lado temporal.
Si
el paciente es miope, tendrá que emplear una lente negativa (roja), mientras
que si es hipermétrope o carece de cristalino (afaquia), necesitará una lente
positiva, observará la ramificación de los vasos sanguíneos.
Inspeccione la mácula, puede ser imposible examinarla sin
dilatar la pupila, ya que al iluminarla con una luz brillante se produce una
acusada contracción pupilar. Para traerla a su campo de visión, pida al
paciente que mire directamente a la luz del oftalmoscopio. Los vasos sanguíneos
no penetran en la fóvea, la cual se ve como un punto más brillante rodeado de
un área avascular.
A veces pueden encontrarse hallazgos inesperados, como
fibras nerviosas mielinizadas, papiledema, excavación glaucomatosa, drusas,
focos blancos algodonosos o hemorragias. Las drusas se ven como pequeñas
manchas bien definidas algo más amarillas que las retina; con el tiempo se
hacen más grandes.
Las hemorragias redondas tienden
a situarse en capas más profundas. Las hemorragias puntiformes pueden ser, en
realidad, microaneurismas, frecuentes en la retinopatía diabética. La
oftalmoscopia directa no permite distinguir entre hemorragias puntiformes y
microaneurismas.
Hallazgo inesperado
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Descripción
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Importancia
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Fibras nerviosas retinianas mielinizadas
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Área blanca con borde periférico suave y mal
definido, ausencia de pigmento, bordes desflecados. Capa de fibras nerviosas
es la más interna de la retina, vasos más profundos, las fibras mielinizadas
tapan los vasos sanguíneos retinianos, sobre todo inferiormente
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Sin transcendencia fisiológica.
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Papiledema
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Pérdida de definición de los bordes de la papila,
inicialmente en las partes superior e inferior, luego nasal y temporalmente;
vasos centrales desplazados hacia
delante con intensa dilatación venosa No se ven pulsaciones venosas ni pueden
inducirse ejerciendo presión sobre el ojo Puede haber hemorragias venosas
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Causada por hipertensión intracraneal que se
transmite al nervio óptico. Al principio no hay afectación de la visión
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Excavación glaucomatosa de la cabeza del nervio
óptico
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Los bordes fisiológicos de la papila se ven más
elevados que el área central deprimida Pueden desaparecer vasos sanguíneos en
el borde de la papila y verse en la profundidad de la misma A veces se
produce atrofia unilateral, con palidez de la papila más acusada.
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Se debe al aumento de la presión intraocular con
pérdida de fibras nerviosas y muerte de células ganglionares Hay contracción
de los campos visuales periféricos
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Foco blanco algodonoso
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Áreas amarillentas mal definidas causadas por
infarto de la capa de fibras nerviosas de la retina
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Una causa frecuente es la vasculopatía secundaria
a hipertensión o diabetes
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Renopatia Hipertensiva
Se describieron alteraciones en
la vascularización, en la misma retina y en la papila óptica. Se ha criticado porque los grados de retinopatía no se
correlacionan demasiado con la gravedad de la hipertensión (Wong y Mitchell,
2004).
La relación de grosor entre arteriolas-vénulas normalmente es de 3:5.
Las vénulas no tienen una cubierta de músculo liso, pero comparten la
adventicia de la arteriola en los cruces arteriovenosos. El engrosamiento de la
pared arteriolar produce una muesca en la vénula cuando pasa por debajo de la
arteriola, o bien la vénula puede aparecer más elevada cuando cruza sobre la
arteriola.
Clásicamente, el sistema KWB se divide en cuatro grados; esta
clasificación morfológica ha sido muy utilizada. Sin embargo, se ha adoptado
una división más fisiopatológica que parece más lógica. Esta clasificación
consta de tres grados: leve, moderado y grave (Wong y Mitchell, 2004).
Grado de retinopatía
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Signos retinianos
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Asociaciones sistémicas
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Ausencia
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Sin cambios detectables
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Ninguna
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Leve
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Estrechamiento de arteriolas retinianas, muescas
arteriovenosas, opacidad de la pared arteriola
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Asociación débil con riesgo de accidente
cerebrovascular (ACV), cardiopatía isquémica y muerte.
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Moderada
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Hemorragia, focos blancos algodonosos, exudados
duros y microaneurismas
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Fuerte asociación con ACV clínicamente
significativo, deterioro cognitivo y muerte de origen cardiovascular.
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Maligna
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Parte de los síntomas anteriores o todos, más
edema de la papila óptica.
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Fuerte asociación con muerte, su presencia
requiere reducción rápida de la presión arterial.
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Recomendaciones para las revisiones
oftalmológicas en niños sanos
De recién nacido a 3 meses: Reflejo
rojo Inspección de un posible estrabismo constante
De 6 meses a 1 año: Fija y sigue
con cada ojo Oclusión alternante Reflejo luminoso corneal Reflejo rojo
Inspección de posible estrabismo.
De 3 a 5 años: Agudeza visual*
Reflejo luminoso corneal/tapar-destapar Estereoagudeza† Reflejo rojo Inspección
6 años o más: Agudeza visual*
Reflejo luminoso corneal/prueba de
tapar-destapar Estereoagudeza† Reflejo rojo Inspección
Mujeres gestantes Sirve para distinguir entre hipertensión crónica
e hipertensión gravídica. Puede verse tortuosidad vascular, esclerosis
vascular, hemorragias y exudados en pacientes con hipertensión de larga
evolución.
Adultos mayores Las glándulas lagrimales comienzan a involucionar y
disminuye la producción de lágrimas. Las causas más frecuentes del descenso de la
función visual son el glaucoma, las cataratas y la degeneración macular.
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